martes, 8 de noviembre de 2011

Never say never Kaulitz version - 31 de Diciembre de 2011


*Narra Tom*
Me desperté a las 12 de la mañana. No había nadie en el bus. Sólo estaban los gemelos Guti esperando a que me despertara.
*Narra Bill*
Nos levantamos a las 8 de la mañana, excepto Tom. Acabábamos de entrar en el Párquing del hotel. El hotel era un Palace.
- ¡Wow! - dijo Mar -. Nunca había estado en un hotel tan caro.
- Pues vas a estar en muchos - le dije -. El concierto es el día 2 y esta noche hay una fiesta de fin de año en el hotel.
- Pues no tengo ningún vestido de gala.
- Eso se arregla - le dijo Katherine -. Iremos a comprarte un vestido que los chicos no vean.
- ¿Puedo venir? - preguntó Justin.
- Tú si, ellos no - dijo Katherine.
- Katherine, toma - le dije y le dí cómo 1 millón de euros en un sobre -. Comprale a Mar el vestido con esto y algo de ropa. Todo a mi cuenta.
- ¿No me has dado mucho dinero? - me dijo Katherine.
- Lo que sobre os lo repartís y si hace falta más me llamaís.
- Vale, si nos falta dinero te avisamos. ¿Dónde hay una tiendo gótica, lo sabes???
- Creo que hay una, pero no sé dónde.
- Ya buscaremos.
*Narra Mar*
Katherine, Justin y yo fuimos buscando un vestido de noche ideal para mí y encontramos una tienda gótica. Era enorme y tenían de todo, incluso cosas guais de temporadas pasadas. Empecé a coger montañas de ropa y me meti en un probador. Cada vez que salía con distintas combinaciones de ropa, Katherine y Justin se quedaban con la boca abierta y levantaban un pulgar en aprobación de conjunto.
*Narra Bill* 
Tom apareció a las 12 y media y me preguntó:
- ¿Dónde está Mar? Quería pedirle perdón por lo de ayer.
- Se ha ido con Justin y Katherine de compras - le dije -. No tiene un vestido de noche.
- ¿Para qué lo quiere?
- ¿Tierra llamado a Tom? Es fin de año y hay una fiesta en el hotel para los huéspedes.
- ¿Ya es fin de año? Se me ha hecho corto.
- Porque la mayor parte del tiempo duermes.
- Eso también.
- Si duermes tanto no podrás hacer feliz a Mar.
- ¿Qué? ¿Dónde está?
- De compras, ya te lo he dicho. Y todo lo que se compre pagado por mí.
*Narra Gustav*
Estaba con Georg viendo el anime Gintama en su habitación.
- ¿Le vas a dar puntos a Bill por darle el dinero para que se pague ropa? - me preguntó Georg.
- Ya lo tengo apuntado - le mostré la libreta.
- ¿25 puntos?
- Es que también le dijo que si necesitaba dinero le llamase.
- Este Bill... No me extrañaría nada que terminara ganado la competición y se casara con Mar. Es evidente que la quiere mucho. Tom no ha hecho nada por ella.
- Absolutamente nada ha hecho Tom. Sólo asustarla.
- Y anoche ella y Bill durmieron juntos. Se veían tan... Tan... No encuentro una palabra para describirlos.
- Georg, no hay palabras.
*Narra David*
Bill o Tom se casará con Mar. La verdad es que es mona, pero creo que aún no ha crecido todo lo que tiene que crecer, igual que Bill. Realmente la pareja que mejor le queda es Bill.
*Narra Bill*
Eran las nueve y media cuando Mar, Katherine y Justin llegaron.
- ¡Princesa! - grité y corrí hacia ella -. ¿Habeís comprado mucho? Justin, ¿Y ese pelo?
- Me lo he cortado. Y también me he comprado ropa nueva - dijo Justin.
- Espero que no te importe que hay pagado lo suyo con el dinero que nos diste - me dijo Mar.
- Tranquila princesa - le dije -. Igualmente iba a cortarle ese pelo y darle ropa mía.
- Tenemos que cambiarnos - dijo Katherine -. También me he comprado un vestido con ese dinero.
- Tranquila Kate, no pasa nada - le dije.
- Entonces, nos vamos a cambiar. Estarán en mi habitación.
- De acuerdo. Yo también iré a cambiarme.
*Narra Gustav*
Georg y yo ya llevábamos los trajes puestos e íbamos para abajo, cuando nos encontramos con Tom. Aún iba con ropa de calle.
- ¿No te vas a cambiar? - le pregunté.
- No, no pienso bajar - me respondió.
- ¿Porque?
- Porque no quiero ser un mujeriego delante de Mar. Quiero que me dé su corazón, pero no hay manera. Bill me ganará y entonces jamás será mía.
- Podrías esforzarte un poco para conseguirla - dijo Georg.
- Un poco, mucho - añadí.
- Bastante - terminó Georg.
- Ya lo entiendo, tíos. Intentaré ganar a Bill. Ahora dejadme pensar - dijo Tom.
*Narra Bill*
Georg y Gustav llegaron un poco más tarde de lo que me habían dicho, hacia las once y media. Estaba nervioso, muy nervioso. Quería ver cómo era el vestido de Mar, pero no iba a subir a verlo.
- Bill, ¿Te encuentras bien? - me preguntó Georg.
- Si, solo estoy un poco nervioso - le contesté.
- ¿Es por Mar? - me preguntó Gustav.
- Sí, quiero ver cómo es el vestido que le han comprado. Os quedan bien esos trajes.
Georg y Gustav se miraron.
- Bill, tú estás mucho mejor que nosotros - me dijo Georg.
- ¿Tú crees? - le dije.
*Narra Georg*
Parecía que Bill saliera de su propia boda. Iba con todo el pelo peinado y engominado hacia atrás. Se había puesto maquillaje por primera vez en unos meses. Llevaba un traje negro con camisa blanca y corbata negra. Y, en los pies, unas botas de HOMBRE negras.
*Narra Bill*
Mar apareció media hora después. Se me cayó la baba con ella. Estaba muy guapa. ¿Muy? Pero que digo, ¡Estaba guapíssima, hermosa, bella, preciosa!!! ¡Y un montón de adjetivos más que no me vienen a la mente! Justin la acompañaba de la mano. No parecía él.
- ¿Y Tom? - preguntó Justin cuando llegó junto a mí.
- Dice que no bajará - dijo Georg.
- Entonces Bill, te la confío. No le hagas nada que no quiera.
- Tranquilo Justin - le dije -, tienes mi palabra. No soy Tom.
*Narra David*
Aparecí en el salón dónde daban la fiesta cuando Bill y Mar ya estaban bailando. Bill estaba muy guapo y Mar... Eso ya era un caso aparte. ¡Estaba guapíssima! El vestido era exactamente igual al de "La Cenicienta", pero en negro. Bill no podía dejar de mirarla y sonreír.
*Narra Tom*
Me aburro aquí solo. Tal vez debería bajar a ver cómo va la fiesta. De repente alguien llamó a la puerta. Abrí y era Katherine.
- ¿No estabas en la fiesta?
- Estaba, ahora estoy aquí.
- ¿Porque?
- Me ha llamado mi novia. Me ha dejado por otra porque no estoy con ella.
- ¿Has venido porque estás triste? ¿Eso es vodka?
- No, sake. Es mucho más fuerte.
Katherine empezó a beberse la botella de sake y tuve que escuchar sus problemas lésbicos.
*Narra Justin*
Mar y Bill estaban bailando en el medio de la pista. Yo estaba hablando con Georg y Gustav.
- ¿Así que Bill va ganando? - les pregunté.
- Sí, Bill gana - me dijo Gustav.
- ¡Que bien!
*Narra Bill*
- Princesa, hay algo que quiero que tengas - le dije a Mar.
- ¿De que se trata? - me preguntó.
- Del colgante que llevo puesto. Mi madre me dijo que se lo diera a esa persona especial cuando la tuviera.
- Es muy bonito.
- Espera - me quité el colgante y se lo puse. Ya ni me acordaba de cómo era. Era de oro puro. Eran dos corazones entrelazados entre sí y una flecha que los cruzaba por enmedio.
- Es precioso Bill.
- No tanto cómo tú.
*Narra Gustav*
Vi lo que Bill acababa de hacer. ¡Que romántico! Le sumé 30 puntos.
*Narra Tom*
Cuando Katherine se quedó dormida, le llevé a su habitación. Faltaban 15 minutos para la medianoche. Me daba tiempo de cambiarme y bajar. Cuando llegué abajo, vi algo que no debería haber visto. Los labios de Mar y Bill estaban muy cerca, ¡Demasiado! Pero Bill apartó la cara quedándose con las ganas de besarla.
*Narra Bill*
- No puedo hacerlo - le dije a Mar.
- ¿Porque no? - me preguntó.
- Porque nos están observando y Tom está aquí. No quiero darle una derrota antes de tiempo. Gracias por decírmelo, ahora estoy más tranquilo. ¿Acaso sabes quién gana?
- No, pero tengo la sensación de que eres tú el que gana.
- Seguro que és así.
*Narra Tom*
Iba a matar a Bill cuando tuviera la ocasión. ¿Cómo se atreve a acercarse de ese modo a mi chica? Sería mía y sólo mía. De nadie más.
*Narra Justin*
Mar y Bill casi se besan. Creo que algo o alguien se lo impidió. Supongo que ya se lo habrá dicho. Tom no debía haber bajado y roto la escena.
- ¿Y tú porque bajas ahora? ¿No decías que no ibas a venir? - le pregunté a Tom.
- Me lo he pensado y he hecho bien en bajar. Mar está a salvo - me contestó.
- ¿A salvo de qué?
- De Bill.
- Eres idiota. Seguro que en realidad sólo quieres una noche con ella y luego la dejarás tirada.
- No es verdad.
- Es lo que haces con todas.
- Mar es diferente.
*Narra David*
Se acercaba medianoche. Tom y Justin seguían peleando, Mar y Bill estaban bailando y Georg y Gustav estaban hablando en un rincón. De repente, el gerente del hotel dijo:
- ¡Queridos huéspedes! ¡Quedan 2 minutos para la medianoche! ¡Por favor, cojan sus uvas y esperen a la medianoche!
Fui a buscar las uvas para mí, Georg, Gustav, Justin y Tom. Allí me encontré a Bill, que había ido a buscar las suyas y las de Mar.
- ¿Cómo te va tu cita, Bill? - le pregunté.
- No es del todo una cita, pero bien - me contestó algo ruborizado.
- Justin está bloqueando a Tom para que no os interrumpa. Lo vigilaremos el resto de la noche.
- Me haríais un favor muy grande. Mañana iremos a cenar a la torre Eiffel. Pago yo.
Bill se fue con Mar y yo con los chicos.
*Narra Tom*
Después de las campanadas, fuí hacia Bill y Mar.
- ¿Que intentabas hacer cuando he llegado? - le pregunté a Bill.
- No sé de qué me hablas - me respondió.
- Claro que lo sabes, te he visto.
- En serio Tom, no sé de qué demonios me estás hablando.
- Hoy Mar dormirá conmigo, queraís o no.
- ¡Ni hablar!
- O duerme conmigo o no será de ninguno de los dos.
- ¿A que te refieres?
- Que haré que vuelva a su país y que nunca, ninguno de los dos, la vuelva a ver.
- Eso es cruel.
- Entonces sabes lo que tienes que hacer.
- ¡NO! - Bill empezó a llorar.
- Tranquilo Bill - le dijo Mar -. Sólo será una noche. Si Tom me hace algo volveré, ¿De acuerdo?
- Aún así, me preocupo por ti.
*Narra Bill*
Tom se llevó a mi princesa de mi lado. Sólo quería estar solo y llorar. Me encerré en el baño de mi habitación para que Justin no me viera.
*Narra Georg*
Ésta noche Bill ha estado más feliz que en toda su vida y Tom se lo ha estropeado, cómo siempre.
- ¿Que hacemos Gus? - le pregunté a Gustav.
- Restale 60 puntos a Tom, yo le pondré 50 a Bill por intentar protegerla de lo que le espera.
- ¿Estás preocupado igual que yo?
- Sí. Tom podría hacerle de todo a Mar, incluso intentar violarla otra vez.
- ¿Iremos a domir con esa preocupación?
- No podemos hacer nada más. Ya es mala suerte.
Nos fuimos a dormir preocupados por Mar.

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