Fics que se escriben y suben en la página de Facebook "Aliens unidas jamás serán vencidas"
martes, 8 de noviembre de 2011
Never say never Kaulitz version - 30 de Diciembre de 2011
*Narra Mar*
Antes que nadie, Justin y yo nos despertamos y nos preparamos para ir a desayunar. Cuando bajamos, Georg, Gustav, Katherine y David ya estaban allí.
- Ahora dime que tienes pensado - le dije a Justin.
- Bien, escuchadme todos. Teniendo en cuenta de que ambos gemelos están enamorados de Mar, podríamos hacer un concurso - dijo Justin.
- ¿Qué clase de concurso? - preguntó David.
- Un concurso en el que ambos tengan que hacer cosas románticas o que le gusten a Mar para ganarse su corazón.
- No es mala idea - dijeron Georg y Gustav a la vez.
- Pero necesitaría a dos personas que fueran imparciales para controlar a los gemelos y sus puntos.
- ¿Porque imparcial? - preguntó Katherine.
- Para que no le añada puntos al gemelo.
- Gustav y yo somos bastante imparciales - dijo Georg -. Aunque nos lo supliquen no añadiremos puntos, a lo mejor les sacamos alguno.
- Depende de lo pesados que se hagan - añadió Gustav.
- ¿De qué estáis hablando? - dijo Bill apareciendo por detrás.
- De una cosa que vamos a hacer para evitar peleas de gemelos por mí - le dije.
- ¿Qué vais a hacer?
- Te lo diremos cuando Tom llegue.
- Vale. Me voy a buscar algo para comer, ¿Alguien quiere algo?
- ¿Me traes un trozo de pastel de chocolate? Lo he visto por allí.
- Vale princesa - Bill se fue entre la gente a buscar mi pastel de chocolate y lo que él quisiera.
- Gustav, tú llevas a Bill y Georg a Tom - les dije a Georg y Gustav.
- Voy a buscar un par de libretas y bolis - dijo David -. Necesitareís apuntar los puntos de cada uno y cómo los han conseguido y perdido.
David volvió con las libretas y los bolis antes de que Bill regresara con el pastel.
- No es el mismo que tu querías porque se ha terminado antes de que yo pudiera llegar a él. He esperado sólo para traertelo - dijo Bill cuando volvió con el pastel -. Lo siento.
- No te preocupes, lo que importa es que sea de chocolate.
Cogí el plato que me dió Bill. Le había puesto una rosa de azúcar encima. Que monada de hombre. Gustav apuntó en su libreta lo que Bill había hecho y que conseguía 3 puntos por hacerlo, 4 por esperarse y 5 por el apodo de princesa. Entonces bajó Tom.
- ¡Malos días a todos! - dijo Tom.
- No empieces - le dijo Bill.
- No te metas entre mi chica y yo.
- ¿Desde cuando es tu chica?
- Desde anoche.
- No me lo creo, Mar ha dormido en mi habitación.
- Ha salido por la noche y ha venido conmigo.
- Georg, ya le estás quitando diez puntos a Tom - le dije a Georg.
- Será un placer - me dijo Georg y apuntó lo que Tom había dicho y que se le quitaban diez puntos.
- ¿Puntos? ¿Qué puntos? - dijeron Bill y Tom a la vez.
- Hemos decidido que competiréis por el corazón de Mar - aclaró Justin -. Se os sumarán o restarán puntos según lo que hagaís o digaís.
- ¿Y lo que he dicho me ha restado puntos? - preguntó Tom.
- Exacto.
- ¿Yo no tengo puntos? - preguntó Bill.
- Gustav - dije mirando a Gustav.
- De momento tienes 12 y Tom -10 - dijo Gustav.
- Sea como sea, voy ganando, ¿No? - dijo Bill.
- Sí Bill, estás ganando y apenas hemos empezado - le dije.
Bill sonrió. Después de desayunar, hicimos las maletas y nos fuimos para París en el bus.
*Narra Bill*
Habían pasado ya 3 horas de viaje. Estábamos algo aburridos y dije:
- ¿Jugamos a algo?
- Si quieres... Pero, ¿A qué? - dijo Mar.
- Yo sé a qué voy a jugar contigo - dijo Tom abrazando a Mar y mirándola pervertidamente.
- ¡No te dejaré Tom! -grité y me abalanzé encima suyo cómo si fuera un león.
Tiré a Tom al suelo haciendo que soltara a Mar. Forcejeamos hasta que él me dió un puñetazo en la cara. No me importaría volver a romperle la nariz otra vez, aunque ahora tiene escayola. Tom me tiró a un lado y al levantarme lo cogí del suelo y le pegué varios puñetazos en la cara. Él me daba patadas y yo se las devolvía.
Después de media hora de patadas, puñetazos y arañazos, caímos al suelo agotados y sangrando. Tom quedó inconsciente. Mar estaba asustada, pero más tranquila. Se acercó a mi y me preguntó:
- Bill, ¿Te encuentras bien?
- Sí, tranquila. Sólo estoy algo cansado y herido - le dije.
- Gracias por protegerme.
- No hace falta que me des las gracias, yo sólo quiero proteger a este angel que el destino me ha dado.
Mar sonrió y me desmayé.
*Narra David*
Cuando llegamos a la parte delantera del bus, Bill y Tom estaban inconscientes en el suelo. Mar estaba bien. Parecía cómo si se hubieran peleado por ella.
- ¿Que ha pasado? - pregunté
- Georg, apunta que Tom tiene 50 puntos menos por intento de violación y Gustav, Bill tiene 40 más por protegerme - dijo Mar.
- Deberíamos llamar a un médico - dijo Justin.
- El único que tiene nociones de medicina aquí es Bill y está inconsciente - dijo Georg.
- Georg, ¿Recuerdas la carrera universitaria que estoy haciendo por Internet? - dijo Gustav -. No es de química, es de medicina.
*Narra Justin*
Hicimos todo lo que nos dijo Gustav. Bill tenía una sonrisa en la cara. Seguramente Mar le había agradecido que lo salvara. Después nos pusimos a jugar al Monopoly.
- No tengo dinero para pagarte Mar - dijo Georg cuando llevábamos jugando una media hora. Se había gastado casi todo el dinero en propiedades.
- Pues págame con una de tus propiedades - dijo Mar.
- ¿Eso se puede hacer?
- Sí, se puede.
Georg le pagó a Mar con una de sus propiedades, concretamente Berlín. El monopoly era europeo.
Estuvimos jugando varias horas. Después de que Mar ganara 3 partidas y media, Bill apareció.
- ¿Estás bien princesa? - le preguntó Bill a Mar.
- Sí, estoy bien - le contestó Mar.
- Te desmayaste sonriendo - le dije a Bill.
- ¿Enserio? No me di cuenta - me respondió Bill con una sonrisa.
*Narra Tom*
Me duele todo, no me puedo mover. Abrí los ojos y estaba tumbado en mi cama. Me dolía todo el cuerpo. Quería ir a mear pero no podía. Me mee encima porque ya no podía aguantarme.
*Narra Bill*
Hice la comida y la cena. Tom se pasó el día inconsciente. Para comer hice canelones de roquefort con bechamel casera y para cenar hice sushi. Llevaba hasta una cinta en la cabeza a lo Karate Kid para hacer el sushi. A Mar le hizo gracia la cinta, y mis movimientos japoneses para cortar el pescado.
- Bill, ¿Sabes karate? - me preguntó Mar.
- Sí, sé karate. ¿Porque lo preguntas? - le dije.
- Porque te comportas casi cómo un japonés. Cuidas todo hasta el mínimo detalle.
- Sí, es verdad. Espero que te guste este sushi que he hecho. Hay uno que es especial para tí.
- ¿Enserio? ¿Puedo verlo?
- No, es sorpresa.
- Aww... Nunca he tenido una sorpresa.
- Pues esta no será la primera.
*Narra Gustav*
Estaba con los dos "tórtolitos" cuando todo eso ocurrió. Apunté 10 puntos a Bill por lo de la sorpresa.
*Narra Justin*
Georg, David, Katherine y yo estábamos jugando a un juego de carreras hasta que Bill llamara a cenar. De repente escuchamos:
- ¿Hay alguien? - Era Tom -. ¿Porque no me puedo mover??
- Bill te ha dejado KO antes - le dijo Katherine casi gritando.
- ¡A cenar!!!! - el grito de Bill nos hizo dejar el juego haciendo que los coches se empotraran en la primera pared que encontraran.
*Narra Georg*
Cogí a Tom en brazos para llevarlo hasta la mesa. Lo senté en su silla y yo me senté en la mía.
*Narra Tom*
- Alguien tendrá que darme la comida en la boca - dije.
- No cuentes conmigo - me dijo Mar fríamente.
- Ya te la doy yo - me dijo Katherine.
- ¡No quiero que me dé la comida una lesbiana! - dije -. ¡Ni un aspirante a gay!
- ¡Hey! No soy un aspirante a gay - se quejó Justin.
- Yo quiero que Mar me dé la comida...
- Ya te ha dicho que no Tom - me dijo Bill.
- ¡No te metas Bill! - grité y luego le dije a Mar -. Por favor Mar, sólo te pido eso.
Mar negó con la cabeza y buscó protección en los brazos de Bill. Éste no dudó en corresponderle el abrazo. Entonces enloquecí:
- ¡SUELTA TUS SUCIAS MANOS DE MI CHICA! - grité.
- ¡No es tu chica! - me replicó Bill.
- ¡LO SERÁ QUIERA O NO!
- ¡Thomas Kaulitz, tranquilizate!
- ¡NO PIENSO TRANQUILIZARME!
- ¡La estás asustando!
Entonces miré a Mar. Estaba aún más abrazada a Bill, llorando.
- Tranquila princesa, ya pasó - la consolaba Bill acariciandole la cabeza.
- Pequeña... Lo siento... Yo... No quería... - tartamudeé.
- Déjalo Tom. No te escuchará, está muy asustada - me dijo Bill.
*Narra Georg*
Tom consiguió -20 puntos por lo que acababa de hacer. Pobre Mar.
*Narra Gustav*
Bill ha conseguido 30 puntos por consolar a Mar. Es tan tierno.
*Narra Bill*
Me llevé a Tom y a su cena a la habitación. Lo dejé tumbado de lado en la cama con el plato delante de la boca.
- Creo que podrás cogerlos con la lengua - le dije y me fuí.
Mar aún estaba asustada. Era la primera vez que Tom me gritaba en público. Todos estaban extrañados y sorprendidos.
- Tranquilos, no es la primera vez que me grita así - les dije -. ¿Estás mejor princesa?
- Sí, estoy mejor - me dijo Mar.
- Toma, tu sorpresa.
- Gracias. ¡Oh, Bill! ¿Cómo has conseguido que dentro del sushi hay un corazón tan perfecto?
- Con práctica. Y mucho amor...
- Eres tan tierno - Mar me dió un beso en la mejilla. Se me quedó sonrisa de tonto enamorado, pero no me importaba.
Gustav apuntó algo en su libreta.
*Narra Gustav*
¡Menuda sorpresa! ¡15 puntos para Bill! Con esta frase parece que esté en Hogwarts.
*Narra Bill*
Después de cenar, nos fuimos a poner el pijama y a dormir. Guti había cambiado el turno de conducción con su gemelo, Óscar.
Mar dormía entre Tom y yo en una hamaca, pero ese día hubo una excepción.
- Bill, ¿Puedo dormir contigo? - me preguntó Mar.
- ¿Aún estás asustada por todo lo que ha pasado? - le pregunté.
- No quiero dormir cerca de Tom hoy.
- Sube princesa.
Mar subió a mi cama y se tapó con las sábanas a mi lado.
- Buenas noches Bill - me dijo.
- Buenas noches princesa. Si tienes pesadillas ya sabes dónde estoy - le dije.
Nos quedamos dormidos juntos.
*Narra Gustav*
Después de que todos se durmieran, hablé un rato con Georg.
- Queramos o no, Bill y Mar terminarán juntos - me dijo Georg.
- Tom no tiene posibilidades - le dije -. Realmente Mar y Bill están enamorados.
- ¿Apuntarás algo más en la libreta?
- Sí, una cosa.
Apunté 20 puntos para Bill por invitarla a dormir con él ya que ella tenía miedo de Tom.
Después de apuntar eso, Georg y yo nos domimos.
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