Me levanté y me fui a la ducha. Segundos después sonó mi despertador, esta vez con la banda sonora de Star Wars. De repente escuché:
- Cristina, apaga la tele. Es muy tarde.
Salí de la ducha y me encontré con Paul durmiendo en el suelo. Lo tapé con una manta y apagué el despertador. Me vestí y justo cuando me puse la camiseta se despertó.
- No me habías dicho que dormirías aquí - le dije.
- Cuando entré ya dormías. Tengo que ir a casa a buscar mis cosas.
- No te preocupes por eso, yo me he encargado.
- ¿Cómo?
- Pues... Es un secreto.
- ¿Me lo dices si yo te digo el mío? Pero antes prometeme que no te asustarás, ni se lo dirás a nadie. Ni siquiera mis hermanos lo saben.
- Tranquilo, tú guardas mi secreto y yo guardo el tuyo.
- Soy mitad hombre lobo, mitad humano y mitad vampiro.
- ¡Wow! Mi teoría era cierta.
- ¿Qué teoría?
- Que el padre biológico de Tom era un hombre lobo. A mamá la violaron antes de saber que estaba embarazada y el esperma de ese individuo se juntó con el óvulo y creó otro niño.
- Y, ¿Cuál es tu secreto?
- Soy medio vampiro y soy más poderoso que mamá.
- ¿Iremos de caza algún día?
- Cuando tengamos "hambre".
- Ahora dime cómo entraste en mi casa.
- Verás...
********** Flashback **********
Cuando llegué a casa de mis hermanos, su padre los estaba esperando en la puerta y me confundió con Billy.
- ¡Billy! ¿¡Y tus hermanos!? ¡Ya están volviendo! - gritó.
- Hoy no volverán. Porque para ti están muertos - dije con voz de ultratumba.
- ¿¡Qué quieres decir con eso!?
- Sólo soy un vampiro que ha tomado la forma de uno de tus hijos muertos.
Mordí el cuello de ese tío, lo dejé inconsciente y entré en la casa. Adentro me esperaban dos niños armados con cuchillos. Uno pelirrojo con rastas y el otro con el pelo negro y peinado cómo Son Goku, el personaje de manga.
- ¿Qué quieres de nosotros? - me dijo el pelirrojo -. ¿Dónde está nuestro padre?
- Vuestro padre está bien - dije sacando la voz de ultratumba -. ¿Verdad que sois hijos de Paul?
- ¿Cómo...?
- Tú no puedes negar que eres hijo de tu padre y tu eres idéntico a Son Goku, tal y cómo él me había dicho. ¿Dónde están el resto de los niños y las cosas de vuestros padres y tíos?
- Por aquí - me dijo el de pelo negro
Me llevó por cada una de las habitaciones y fui metiendo cosas en la mochila que llevaba. Después metimos al supuesto abuelo de los críos en su cama y le hice creer que lo de esa noche había sido un sueño. Luego volví a casa con los pequeños.
********** Fin del Flashback**********
- ¿Te amenazaron con cuchillos? - me preguntó Paul cuando terminé de contarle lo que había pasado.
- Se asustaron un poco. Están durmiendo en el sofá. Voy a preparar el desayuno.
- Yo me ducho y ahora vengo - Paul se levantó del suelo.
- Yo de ti, me taparía antes de que alguien te viera.
- ¿Eh? - miró hacia abajo y rápidamente cogió la manta del suelo -. Es que suelo dormir desnudo y... Jejejejejeje...
- Sólo te diré una cosa. Es más grande que la de Tom.
- ¿Cómo sabes eso?
- Tú no sabes la de veces que ha entrado en mi habitación desnudo buscando condones porque venían unas chicas.
- ¿Tú tienes condones?
- Sólo para casos de emergencia de Tom, aunque llevo dos encima por si alguna vez los necesito.
- Ojalá hubiera sabido de eso cuando me enamoré.
- Pero ahora no tendrías a esos hijos que se preocupan tanto por ti.
- Es verdad. Son tan monos.
- Me voy a hacer el desayuno. Casualmente, tu ropa está en esa caja de allí.
- Gracias por la información.
Fui a hacer el desayuno. Media hora después apareció Paul ya vestido y miró al sofá.
- Tus hijos son una monada - le dije.
- Lo sé. Goku se parece bastante a su madre.
- Goku es el del peinado de Son Goku, ¿verdad?
- Sí, y que conste que el peinado le queda naturalmente.
- ¿Nació con ese pelo?
- Nació normail y el pelo se le puso así un par de horas después. Lástima que su madre no pudiera verlo.
- ¿Murió?
- Justo después del parto - se le notaba triste, tanto físicamente cómo mentalmente. En su mente sólo estaban esa chica y sus dos hijos.
- ¿Porque? ¿Estaba estresada o algo así?
- No. Parece que era una enfermadad hereditaria que sólo se erradicaría el día en que naciera un varón. Ella fue la última que murió en vano.
- Hubieras preferido que ella fuera hija o nieta del primer varón de esas desafotunadas mujeres.
- Puedes leerme la mente - sonrió tristemente.
- Ven... Tranquilo... - lo abracé y empezó a llorar sin cesar -. Tranquilo, llora tanto como quieras.
Media hora después, Paul había dejado de llorar y los pequeños estaban despiertos. Llegó el resto para desayunar al cabo de un rato.
- ¡Jordi! - girtó Jorge al ver a su pequeño.
- Hola papá - le respondió el niño de tres años al recibir un abrazo de su padre.
- ¡Pero si estáis todos! - dijo Satán -. ¡Orgullo, Pereza, Gula, Lujuría, Ira, Envidia, Codicia, Lucifer!
- ¡Hola papá! - le respondieron siete de sus hijos. Tenían dos años.
- ¡Ta! - respondió el más pequeño, que era rubio. Éste tenía un año.
- La de críos que hay y sólo un pelirrojo y un rubio - le dije a Paul.
- Espera a tener tu hijos - me respondió mientras acariciaba la cabeza de Tomy.
- Ya me gustaría a mi tenerlos. Los niños son tan monos.
- Hablas como una madre.
- ¿Enserio?
- Si. Parece que tienes el instinto de una madre, sinó no hubieras hecho esas tortitas para los niños.
- Vale, me has pillado. Tengo insitnto maternal. Siempre me han gustado los niños. Después de desayunar, iremos al zoo.
Fuimos al zoo. Yo y los pequeños fuimos adelante mirando animales mientras los padres, Billy, Carlos, Georg, Gustav y Tom quedaban atrás.
- Tío Bill - me dijo Tomy -. ¿Qué animal es ese de allí?
- Nunca antes habíais estado en un zoo, ¿verdad? Eso es un oso panda, también conocido como panda gigante. Y ese de la jaula de al lado es un panda rojo.
- Parece un mapache - dijo Goku.
- Lo parecen, pero no lo són. Se pueden encontrara en libertad en el sudeste de Asia, la zona del Himalaya, China, India, y el sur de Tíbet.
- Sabes mucho tío Bill - me dijo Jordi.
- Os diré un secreto, pero no se lo digaís a nadie. Soy superdotado, con un CI de 290.
- Eso es mucho - djieron todos a la vez.
- ¡Ta! - dijo el pequeño Lucifer, que estaba en mi espalda.
- Veo que este pequeño aún no sabe hablar - les dije a sus hermanos.
- Papi siempre intenta que diga algo - me dijo Orgullo.
- Nunca lo conshigue - me dijo Lujuría.
Fuimos a la zona de los monos.
- ¿Eso es un gorila? - preguntó Goku.
- Es enorme - dijo Tomy -, más que en la tele.
- Así que veís documetales - les dije.
- Sólo en tu casa - me respondió Jordi -. El "abuelo" nunca nos hubiera dejado.
- Go... Ri... La... - dijo Lucifer de repente.
- ¡Ha hablado! - se sorprendieron sus hermanos.
- ¡Voy a avisar a papá! - dijo Pereza y salió corriendo como una bala.
- Para llamarse pereza es muy rápido - comenté.
Pereza llegó enseguida con su padre. Lucifer no dejaba de repetir "Gorila, gorila" una y otra vez.
- ¿Ha dicho gorila? Debería haber dicho algo más normal cómo papá, mamá o hermanito - me dijo Satán.
- Mi madre me dijo que mi primera palabra no fue una palabra, fue una frase y fue "Me he cagado encima".
- ¿Me he cagado encima?
- Si. No sabes lo bien que le fue que aprendiera decir eso.
- Bueno, me lo llevaré y...
- No lo creo conveniente - le interrumpí.
- ¿Y si dice algo más? Sería mejor que se quedara conmigo.
- Tus hijos ya me han dicho que llevas un tiempo intentándolo y que no habías conseguido que dijera nada.
- Pa... Pi... - dijo el pequeño Lucifer.
- ¿Si? - le preguntó Satán.
- Ton... To... ¡Papi Tonto! - Lucifer se aplaudió a sí mismo.
- ¿Qué? - se sorprendió Satán.
- ¡Hala! Ya has oído su primera frase. Debe ser muy listo.
- Yo me voy - dijo Satán enfadado.
Siguió enfadado el resto del día, mientras su hijo aprendía palabras cómo "Jirafa", "Tigre", "León", "Adorable", "Vigilante del zoo", "Cachorrito", Anaconda Devora-hombres" y "Mi hermano es un pervertido" refiriéndose a Lujuría.
A la hora de cenar, Paul le me preguntó:
- ¿Qué le pasa a Satán?
- Su hijo ha dicho su primera palabra y su primera frase.
- ¿Y qué hay de malo en eso?
- Que su primera frase ha sido "Papi tonto".
- Maldito crío... - dijo Satán.
- Nunca había visto a Satán enfadado con uno de sus hijos - dijeron Carlos, Jorge y Billy.
- Ya se le pasará - les dije.
Después de cenar, nos fuimos a la cama. Georg, Gustav, Tom, Elisabeth y David se quedaron hablando hasta tarde, no sé de qué.
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