*Narra Tom*
Me desperté a la 1 de la madrugada sin nada de sueño. Después de media hora intentandolo, no pude dormir. Encendí mi portátil y me puse en Re... YouTube a ver vídeos.
*Narra Georg*
Gustav me levantó a las cinco de la madrugada porque no podía dormir. Entonces le dije:
- ¿Por qué no miramos un anime de risa que a mí me gusta mucho?
- Vale.
*Narra Justin*
Me desperté antes que Mar y Bill y me fuí a la ducha. Mientras me duchaba, todos los golpes me dolían. Era cómo una tortura. Salí de la ducha llorando de dolor. Me vestí en el baño y, cuando salí, Mar estaba en la puerta.
- ¿Estás bien Justin? - me preguntó.
- Sí, sólo me dolían los moratones por culpa del agua - le respondí.
- De acuerdo, me voy a duchar.
- Vale.
*Narra Georg*
Eran las diez de la mañana. Ya nos habíamos tragado los veinte primeros capitulos de Gintama y a Gustav le estaba gustando mucho la serie.
*Narra Gustav*
Era el mejor anime de risa que había visto en mi vida. También era el primer anime de risa que veía, pero era genial!!!!!
*Narra Bill*
Me levanté a las once de la mañana. Mar y Justin estaban tumbados en el suelo, dibujando. Me fuí a la ducha. La ducha tenía regulador de temperatura del agua. Puse el agua a 50ºC. Me encanta ducharme con agua hirviendo. Cuando terminé de ducharme, maquillarme y vestirme, fuimos a la habitación de Tom a ver que hacía.
*Narra Tom*
Alguien llamó a la puerta de mi habitación. Escondí todo lo que me dejara en evidencia y abrí la puerta. Eran Bill, Mar y Justin.
- ¿Qué quereís? - les dije friamente.
- Sólo que nos digas que era ese ruido de orgasmo que se oía por toda la planta - me dijo Bill.
- No era mío.
- La papelera te delata - me dijo Mar. La verdad es que no había calculado la papelera dónde he tirado todos los pañuelos.
- Es que tengo mocos - mentí.
- Mientes - afirmó Bill.
- ¡Yo no miento!
- ¡Sí, mientes!
- ¡No!
- ¡Sí!
- ¡No!
- ¡Sí!
- ¡No!
- ¡Sí!
- ¡Sí!
- ¡Te pillé!
Les cerré la puerta en la cara. No quería hablar con nadie en lo que quedaba de día.
*Narra Bill*
Tom nos cerró la puerta de golpe. Entonces David me llamó:
- Dime David.
- Acabo de levantarme y hay prueba de sonido a las tres.
- Vale, ya se lo diré a los chicos.
David me colgó la llamada. Fuí a avisar a Georg y Gustav. Decidimos ir a comer sin Tom, pero sin antes dejarle un papel diciéndole que había prueba de sonido a las 3.
*Narra Mar*
Llegamos al sitio en el que iban a dar el concierto esa noche para hacer la prueba de sonido. Estabámos yo y Justin hablando de lo buena que era la comida del hotel en primera fila , cuando empezaron a probar micrófonos y guitarras.
- ¡Aquí arriba funcionan! - gritó Gustav.
- El bajo también funciona, y parece que los micros de cara también.
- Entonces sólo faltan dos cosas para comprobar - dijo Bill. Se puso delante de su micro con la guitarra de Tom y se puso a cantar una canción del grupo "Maldita Nerea", "Cosas que suenan a...". Mientras Bill cantaba, me iba mirando con ternura y amor. No sabía porque me miraba así. Además sonreía cuando veía que le miraba.
*Narra Bill*
Cuando terminé la canción de Maldita Nerea, empecé a cantar "Jet Lag" de "Simple Plan". Ambas canciones iban dedicadas a Mar. Después canté "Judas" de "Lady Gaga". Justin me pidió venir a cantarla conmigo. Había mejorado mucho desde la última vez que le escuché cantar. Y así estuvimos toda la prueba de sonido, cantando yo y Justin. La última fue "It's my life" de "Bon Jovi". Entonces llegó Tom.
- Acabamos de terminar la prueba de sonido - le dije.
- Lo sé, perdona. Me he quedado frito viendo la tele - me contestó.
- Venga, vamos a cambiarnos. Aquí tenéis vuestras entradas chicos - les dí a Mar y a Justin las entradas VIP que les pertocaban -. No las perdaís. No quiero que nadie más que vosotros acceda a los camerinos después del concierto - les guiñé el ojo.
*Narra Mar*
Justin y yo salimos afuera por la puerta trasera. Ya había miles de fans afuera.
- Esto será algo imposible - me dijo Justin.
- No, no és imposible - le dije y le cogí la mano.
Arrastré a Justin entre le muchedumbre. Algunas lo reconocían y lo miraban mal, pero otras no sabían ni quién era. Bill le había maquillado el moratón del ojo antes de salir del hotel. Justin y yo conseguimos entrar entre los diez primeros, que eran los que conseguían un regalo especial, aunque no nos hacía falta. De música de fondo alguien había puesto la canción de "Lady Marmalade", la que cantan Cristina Aguilera, Pink y otras que no me sé el nombre. Seguramente había sido cosa de Bill o Tom. Justin y yo miramos hacia la cabina desde dónde controlaban todos los efectos del escenario: fuegos artificiales, plataformas, música de fondo de antes de que empiece el concierto, etc... Allí estaba Tom ya vestido para el concierto manejando la música de fondo. Justin y yo nos reímos y nos pusimos en nuestros sitios. El concierto empezó. Estaban deslumbrantes.
*Narra Bill*
Allí estaban, en el sitio que había escrito en las entradas. Las llevaban colgando del cuello para no perderlas. Mar era tan mona. No podía dejar de mirarla mientras cantaba.
*Narra Tom*
Miraba a Mar de reojo. ¿Porque la miraba? ¿Acaso estaba enamorado de ella? No, el gran Tom Kaulitz no puede enamorarse. Lo de enamorarse es cosa del cursi de mi hermano. Miré a Bill. Bill miraba a Mar cómo si le cantara a ella. Eso me ponía celoso.
- "Porque estás celoso" - me dijo una voz en mi cabeza.
- Quién eres y qué quieres - pensé para responderle.
- "Yo soy tú antes de perder la memória en un accidente de coche".
- Aunque eso sea verdad, yo no me enamoraré nunca.
- "Estás enamorado en secreto de Bill, ¿Verdad?"
- ¿Cómo lo sabes?
- "Vivo en tu cabeza, y esos sentimientos son míos"
- Pero no puedo estar enamorado de dos personas.
- "¡Si que puedes!"
- Callate un rato, necesito concentrarme en el concierto.
La voz se calló, pero no podía concentrarme para nada. Mar me tenía hipnotizado. Cada vez que ella me miraba, giraba la cabeza y me sonrojaba. En canvio, cada vez que ella miraba a Bill, él le sonreía amorosamente. ¡Que celos por dios! ¡Ojalá yo fuera así!
*Narra Georg*
Podía ver cómo Tom se sonrojava cada vez que Mar lo miraba directamente y cómo le brillaban los ojos a Bill cada vez que ella lo miraba. Era increíble ver a los gemelos mirar a una sola chica con tanto amor. Creo que nunca volverá a pasar.
*Narra Mar*
Terminó el concierto después de 2 horas. Los gemelos no habían dejado de mirarme y eso incomodaba un poco.
*Narra Bill*
Estábamos en el camerino todos juntos, excepto Mar y Justin, que aún no habían llegado. Empecé a cambiarme de ropa y entonces Tom me dijo:
- ¿Sabes qué Bill? Yo me casaré con Mar. Seremos felices viviendo en una casa cerca de la playa y... ¡Sin tí!
- ¿Eso crees? - le dije -. Yo no pienso así. Mar nunca se enamoraría de un tipo cómo tú.
- Dime motivos.
- Eres egoísta, posesivo, mujeriego, creído, todo debe girar a tu alrededor, eres un mandón, no has sido fiel a ninguna de tus novias...
- ¿Eso són motivos para que no pueda salir con ella?
- ¿Acaso tengo yo alguno?
- Sí. Para empezar no has echado un polvo en tu vida.
- Eso no és importante.
- Para ella seguro que sí.
*Narra Mar*
Mientras íbamos hacia el camerino de los chicos, Justin y yo estábamos hablando sobre nuestros amores y nuestras "aventuras".
- ¿Enserio nunca has tenido una relación con nadie? - me preguntó Justin.
- No. Todos los chicos de mi clase eran unos mujeriegos y creídos. Nunca me han gustado esa clase de hombres.
- Entonces, si Tom se te declarase...
- Le diría que no. Además él no me gusta, pero si lo dijera sinceramente a lo mejor le daría una oportunidad.
Entonces escuchamos gritos desde el camerino:
- ¡Te digo que ella no es para tí! - gritaba Tom.
- ¿¡Qué no és para mí!? ¡Ella no es para un estúpido y creído mujeriego cómo tú! - le replicaba Bill.
- ¿¡Cómo dices!?
- ¡Lo has oído perfectamente!
- ¿Qué está pasando allá dentro? - nos preguntó David, apareciendo detrás nuestro.
- Parece que se pelean por una chica - le dijo Justin.
- ¿Qué chica?
- No lo sabemos.
David abrió la puerta. Lo que había al otro lado era algo cómico y vergonzoso a la vez. Georg aguantaba a un Bill enfadado y en calzoncillos negros. Tom estaba en el suelo sangrando. Bill y Tom se miraban con una mirada asesina y llena de odio. Enotnces, Bill me vió y su cara se volvió roja de vergüenza. Georg lo soltó y Bill salió corriendo a la habitación de al lado.
*Narra Bill*
He pasado vergüenza. Mar me ha visto casi desnudo y encima enfadado. Si supiera que le he roto la nariz a Tom me odiará. Sólo quiero llorar y rezar para que no lo sepa, aunque eso último será imposible.
*Narra Gustav*
Mar se acercó a Tom y le preguntó:
- ¿Estás bien Tom?
- No mucho - le respondió Tom -. Bill me ha roto la nariz. Nunca imaginé que tuviera tanta fuerza.
- ¿Por qué chica peleaban?
- No sé de qué me hablas.
- Se oían los gritos desde fuera.
- La chica... Era una chica que hemos visto en el concierto - Tom había apartado la cara triste. No quería que supiera que esa chica era ella.
- ¿Soy yo la chica?
- ¿Qué? ¡No, claro que no!
- Entonces, ¿Porqué ni tú ni Bill habeís dejado de mirarme en el concierto?
- Mirábamos a la chica que estaba detrás de ti.
- Detrás mío había un chico heavy y su novio, fan vuestro.
- ¡Cagada Tom! - dijo Justin.
- ¡Vale sí, lo reconozco! Bill y yo nos estábamos peleando por ti - dijo Tom -. Los dos te amamos y yo no pienso dejar que Bill se quede contigo.
- ¡Ni yo pienso dejar que te vayas con Tom! - gritó Bill desde la otra habitación.
*Narra Georg*
De camino al hotel Bill y Tom se estuvieron matando con la mirada constantemente. De vez en cuando, Mar les decía que pararan de pelearse y ellos le hacían caso. Ambos bajaban la cabeza y miraban al suelo.
*Narra Justin*
Después de decirles por quinta vez a Bill y a Tom que no se peleáran, Mar me dijo:
- Mañana me ayudas a idear algo para que dejen de pelarse violentamente.
- Tengo varias ideas - le contesté.
- Mañana antes de que despierten me las cuentas.
- Vale.
- ¿Sabes Justin? Ya eres casi cómo el hermano gemelo que nunca tuve.
- Lo mismo pienso - nos reímos.
- ¿Quieres un consejo? Ahora que te has liberado de tu madre, sé tú mismo.
- Pues mañana me corto el pelo y me compro ropa nueva. Odio este peinado y esta ropa.
Nos reímos.
*Narra Bill*
Mar y Justin empezaban a estar muy unidos. Era bueno que Justin tuviera alguien con quién hablar y contarle sus problemas que no sea yo, pero me ponía muy celoso. Llegamos al hotel y nos fuimos a la cama. Eran más de las 2 de la madrugada. Necesitaba dejar la mente en blanco para descansar de todo, pero sólo había una cosa que mi mente había dejado permanentemente ahí, cómo si alguien lo hubiera pintado. Era el rostro sonriente de Mar. Eso no podía sacarlo de mi cabeza ni queriendo.
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